sábado, 9 de octubre de 2010

viernes, 27 de marzo de 2009

La importancia de la música en Educación infantil

Recientemente he participado en un debate informal, charla de amigos implicados en la Educación, acerca de la importancia de la música en Educación Infantil. En este tema es muy fácil recurrir a lugares comunes, como cuando se habla del potencial formativo de la música, que aprovecharlo, o no, es clave en el ejercicio de la docencia infantil. En un intento de profundizar más en el asunto, transcribo a continuación el escrito de Nuria López Madrigal, Alumna de Educación Infantil de ESCUNI, que desde su experiencia de trabajo con los más pequeños en calidad de Técnica Superior de Educación Infantil, respondió a nuestro requerimiento desde la óptica del primer ciclo.

LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN EDUCACIÓN INFANTIL
La música es fundamental en todas las etapas de la vida, pero cuando va dirigida a edades tan tempranas como el primer ciclo de Educación Infantil todavía más. Es uno de los recursos educativos mas utilizados a lo largo del día en las aulas. Gracias a las canciones, el educador pone en práctica con los niños multitud de cosas: el lenguaje, el movimiento, el ritmo, la memoria, las relaciones, el contacto con los demás, etc. Además a través de ellas se trabajan diversos conceptos como son: los animales, las estaciones, los oficios, los estados de ánimo, las partes del cuerpo, los números etc. Sirve también para trabajar con los niños la atención, que en estas edades no suele ser un periodo extenso, pero a través de las canciones, conseguimos que ese periodo del que hablábamos sea cada vez mas largo, cada día podremos ir sumando una canción más por ejemplo al momento de asamblea.

A todo lo anterior, hay que sumar algo muy importante, el trabajo que realizamos los educadores en las aulas está basado en las rutinas, unas rutinas bien marcadas y que son iguales todos los días. Estas rutinas permiten al niño, sentirse más seguro, ellos no tienen reloj y no saben a que hora comen, pero si que saben que después de ponerse el babero, se sientan a comer o que tras la siesta se ponen guapos y vienen a buscarles. Todos esos momentos del día en la escuela, comida, sueño, aseo, patio, etc. Van marcados siempre con una canción, que ellos reconocen y la cual les permite saber, que es lo que toca a cada momento.

Por todo ello, es muy importante trabajar con los más pequeños la música, cantarles para conseguir un desarrollo completo en todos sus ámbitos.
Nuria López Madrigal
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El mundo al revés

He oído una canción reseñada en el espléndido Wiki Antón pirulero llamada el lobito bueno y me ha dado mucho que pensar. Y ese pensar se me transforman en preguntas:
¿Podemos jugar a trastocar los referentes del mundo fantástico infantil (lobos, príncipes, princesas, brujas, cazadores...) y, aún así, crear cuentos, o canciones, para niños?
¿Qué elementos debe tener una canción para que se la clasifique de infantil?
¿En realidad un niño pequeño puede entender el trasunto de esta canción?
¿Se puede catalogar como canción infantil?
¿Qué necesita un niño de un cuento, de canción...?
Y muchas otras preguntas. Merecería la pena pararse a reflexionar sobre esto.

miércoles, 11 de febrero de 2009

La escuela en 2018

¿Cómo será la escuela en 2018? O mejor ¿Cómo serán los niños y niñas en ese año?. Pues cómo sean esos niños así será la escuela que los eduque. ¿Cómo será el medio social que vivirán entonces? ¿Cuales serían sus conocimientos previos?
Ojalá estas preguntas fueran los motores que movieran el problema. Creo que para obtener mañana un tipo de escuela, cualquiera que este sea, es preciso intervenir con voluntad de cambio aquí y ahora. Mi opinión es que esa voluntad no existe y por tanto, veo en 2018 una escuela muy parecida a lo que es ahora: una escuela falta de medios, siempre por detrás de la realidad y el alumnado, con sus necesidades educativas, por delante marcando la pauta. Un profesorado poco dispuesto al cambio y una administración educativa con pocas ideas, haciendo política de partido a costa de la educación misma. Esto lo veo así porque en educación los cambios son muy lentos, no se puede improvisar y los avances para un futuro próximo (2018) no surgen por generación espontánea, sino muy poco a poco como resultado de un proceso profundo de maduración. Para lo cual, los agentes educativos de una comunidad tienen que demostrar disponer de una gran voluntad de cambio. Creo que, hoy, quienes realmente la tienen son esos profesores que, cargados de muy buena voluntad, van por cuenta propia haciendo su trabajo muy en solitario como auténticos franco tiradores.
Será, pues, la propia sociedad, con su dinámica propia quien marque el paso de la realidad educativa. Si las cosas de la economía vienen bien dadas, la escuela dispondrá de medios más o menos sofisticados y con arreglo a eso se mostrará a la sociedad.
Creo sinceramente que nos falta una cultura de cambio y, desgraciadamente, tendremos en 2018 una escuela que será más de lo mismo de la que hoy tenemos.